martes, 4 de diciembre de 2018

En el Día del Profesor Universitario: El conocimiento, la ciencia, la academia avasallada en dos tiempos por la barbarie

Prensa APUC
Por Euclides Querales
(Valencia, 5 diciembre) En Alejandría, llena del conocimiento en la antigüedad, su gran patrimonio la biblioteca-museo y sus 400 mil libros, fue quemada por los bárbaros, símbolo de cultura y ciencia 300 A.C. La iglesia persiguió a los catedráticos en el medioevo, por no compartir su dogma. Les quitó los espacios físicos y el financiamiento. La Universidad de Salamanca fue asaltada a los gritos de muerte a los intelectuales, muerte a la inteligencia. En nuestro pasado siglo, los dictadores de montonera cerraron nuestras universidades autónomas.
Hoy, en el siglo XXI nuevamente la barbarie como nunca antes en la historia republicana, ha mostrado de cuerpo entero su odio hacia el conocimiento y sus principales centros: las Universidades. Las ahogó de manera criminal, financiera y presupuestaria. Le fue minando sus competencias hasta vaciarlas del todo y sólo le dejó recursos financieros para cancelar las quincenas. Sus recursos para la extensión y la investigación así como para el mantenimiento de la planta física - a la par que veía sin ponerle coto al hampa organizada, en su tarea de desmantelamiento, transporte, áreas verdes su aspecto físico ambiental en general - han sido destruidos por completo.
La política de matar moralmente a la institución se inscribe en ir reduciendo cada vez más los espacios y calidad académica, con unos salarios de hambre, que hacen poco atractivo la universidad para demandar personal docente y de investigación, razón por la cual, cada vez que hay concursos, éstos quedan desiertos.  Estos 20 años han sido de acoso y maltrato, persecución, en todos sus órdenes, pero estos cinco o tres particular con acciones colectivas violentas contra profesores, estudiantes encarcelados en juicios sumarios en todas las universidades autónomas, pero mayor énfasis en la UC. Empezaron con Santiago Guevara y terminaron con Ramón Bravo e Iván Uzcátegui, arreciando su persecución cuando a nuestra Rectora se le impidió viajar y tiene prohibido salir del país.
Una campaña en contra de la institución que engloba a la Rectora y dos autoridades más: el Secretario y el VR Administrativo. Toda una campaña mediática dirigida desde y por el gobernador del estado y su grosera intervención en las elecciones estudiantiles, tratando de avalar un fraude donde resultó derrotada la candidatura que él apoyó en el proceso. Todo esto en medio de la liquidación de la legislación laboral, la judicialización de la protesta, cuyo caso más emblemático es la de los sindicalistas de Guayana, encabezados por Rubén González y 9 dirigentes más, unos enviados a El Dorado y Rubén González enviado a La Pica, juzgado sumariamente por tribunales militares, con el mismo libreto de acusaciones que le han imputado a los presos políticos que disienten del régimen. Lo último es habernos rebajado el salario con la imposición de una tabla salarial única, solo avalada por el gobierno y sus sindicatos patronales.
Por lo antes expuesto, no hay nada que celebrar. Asimismo, la situación económica arropa también a la APUC, hemos sufrido los mismos rigores. Sí, nos quitaron los recursos de la previsión en el mismo orden que fueron rebanando el presupuesto, de tal suerte que no tenemos recursos, ni siquiera para la movilización hacia Caracas, no podemos hacerle un merecido reconocimiento y homenaje a nuestros profesores activos y menos a ese patrimonio docente como lo son nuestros jubilados, que hoy padecen la tragedia de los salarios de hambruna.
Nuestros recursos de la previsión para salud desaparecieron, así como las primas complementarias del salario. Por eso nuestro llamado en enero a redoblar, arreciar la lucha de calle, en contra de un gobierno enemigo de la inteligencia y de sus centros de enseñanza. ¿Qué podemos concluir, en esta fecha de tanta relevancia para los profesores universitarios? Que nuestra situación es más que deplorable en un marco donde la provocación del gobierno es permanente para que definitivamente mordamos el peine y los confrontemos en su política. Sin embargo, los seguiremos confrontando en la calle, sin cerrar nuestras puertas y ratificamos que aquí el único responsable de romper la paz social, es el gobierno nacional por su política antiuniversitaria.
Para enero todo el país laboral ya le anunció al gobierno que estaremos en la calle demandando las reivindicaciones que fueron burladas en unas fulanas mesas de trabajo, imponiendo un salario único y violando la contratación colectiva. 

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